Osteopatía para animales
Esta aventura comienza hace un tiempo, cuando mi perra, Nuna, quien lamentablemente ya no está físicamente conmigo, fue diagnosticada de cáncer. Mi enorme amor por ella y la hermosa y fuerte conexión que teníamos, me llevó a hacer todo lo posible para su bienestar; tal es así, que luego de 2 días en los que ella no estaba bien (abdomen hinchado, no quería comer, no quería caminar…), Nuna, recostada al lado mío en el sillón, comenzó a mirarme a los ojos mientras me daba besos en el brazo. Era una mirada particular, como diciéndome “hace algo”; mi deseo por verla bien era tan grande y desesperante, que comencé a palparla suavemente (con mano terapéutica) hasta encontrar un lugar que le produjo dolor por lo que me puse a buscar e investigar la anatomía canina en ese mismo instante. Inicié un abordaje terapéutico en base a criterio y técnicas osteopáticas. El resultado fue increíble, sorprendente y mi felicidad rompió en llanto. A partir de ese día no dejé de tratarla osteopáticamente intentando mejorar lo más posible su calidad de vida y luego aparecieron otros perritos a quienes también pude ayudar!! Nuna me abrió esta oportunidad inexplicablemente hermosa de ayudar a estos seres mágicos en su bienestar, señalándome y enseñándome que ellos también necesitan y merecen nuestra ayuda con resultados maravillosos! Además de homenajear e inmortalizar a Nuna en esta breve historia, te invito a consultar si tu incondicional amigo peludo padece algún síntoma, ya que desde este lugar, también puedo ayudarlo paralelamente a los tratamientos veterinarios.